Entrevista. En: http://www.rapaluruguay.org/transgenicos/Soja/Destrucion_vida_campesina.html
Más allá de los problemas propios de la organización de un evento multitudinario, esta versión del Foro de la Triple Frontera (FTF) ha reunido en el lugar apropiado a la mayoría de los grupos sociales representativos del país; campesinos, indígenas, mujeres, sindicalistas, estudiantes, así como también a connotadas figuras de países de la región, figuras y organizaciones que, junto a las nuestras, se esmeraron en mostrar los resultados de la política imperial norteamericana y de sus corporaciones transnacionales y de esbozar lo que puede esperarle a la región de mantenerse las actuales tendencias políticas.
Estuvimos los de siempre, pero estuvimos juntos. Esto de por sí ya es importante, porque el Foro dio la oportunidad para que evidenciemos que estamos en lo mismo y mostró, por ese hecho, la utilidad del “carpismo”, el estancamiento para el movimiento social que supone mantener cada grupo, cada organización una supuesta falsa identidad ante problemas que son de todos, ante problemas nacionales, ante problemas regionales, ante problemas mundiales. Ojalá cada uno de los participantes podamos tener la conciencia clara, de que cuanto más se tarde en concertar un pensamiento y una acción unitaria, más fácil será el camino para el despojo y el saqueo económico y militar que fuimos a denunciar.
En el lugar apropiado decía, porque la zona de la triple frontera es uno de los escenarios privilegiados por el Comando Sur del ejército norteamericano para instalar sus “ojos y oídos” en la región. De hecho, la Misión Internacional de Observación sobre militarización, que visitó el país inmediatamente antes del Foro, entre el 15 y el 20 de julio, entendió que no son precisamente bases, en el sentido tradicional del término, lo que el Comando Sur busca instalar en Paraguay, sino unidades flexibles “multiuso” que permitan transmitir y procesar información, capacitar a militares paraguayos para el “trabajo sucio” de la represión y solo eventualmente, utilizar el aeropuerto de Mariscal Estigarribia para operaciones de mayor escala.
Raúl Zibechi, quien estuvo en el país en esa misión, afirma literalmente; “Paraguay está siguiendo los pasos de militarización de Colombia, aunque no existe una guerra en su territorio. El país se ha convertido en una pieza clave en los planes de control y dominación de América Latina por parte de los Estados Unidos, y vive además un proceso de militarización interna, en parte impulsado por la superpotencia, pero también por los ganaderos y productores de soja que buscan contener a los movimientos campesinos”[1]. Esta síntesis expresa lo discutido en el primer Eje del Foro: “Soberanía, Militarización y Recursos Naturales. Estrategias hegemónicas para el control y apropiación de los bienes naturales”.
Vinculado a lo anterior, y como parte del eje económico de esa planificación del saqueo, el Foro abordó los temas vinculados a la “Integración y alternativas de los pueblos frente al capitalismo neoliberal”, el ALCA, la deuda externa, los tratados de libre comercio bilaterales, y los compromisos y desafíos de los movimientos sociales que luchan contra cualquier forma de dominación y son criminalizados por los Estados.
Ante la literal evaporación del intento ALCA de anexión norteamericana de nuestros países, el énfasis en este eje estuvo puesto en la criminalización de las luchas sociales, manifestada y denunciada principalmente por las organizaciones campesinas presentes en el Foro, con la visible ausencia de la Federación Nacional Campesina, poco proclive a este tipo de eventos.
Los movimientos de derechos humanos, de mujeres, de estudiantes y organizaciones barriales integraron principalmente el tercer eje del Foro, el de “derechos humanos, equidad, diversidad sexual, cultura, educación y comunicación”, con debates que enfatizaron principalmente la importancia de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC).
Unas dos mil personas, el primer día, hicieron una marcha por el centro de Ciudad del Este mostrando a una ciudadanía más o menos apática la relevancia de los temas abordados. En ella la presencia de la comunidad libanesa, nos recordó a todos que las bombas que se están lanzando contra el pueblo libanés y sobre el Líbano, son agresiones de la misma factura que la que debemos soportar los pueblos latinoamericanos por los mismos comandos del imperio norteamericano que tanto pueden llamarse sionistas, como Cargill, Monsanto o ALCA.
El saldo es netamente positivo, aun cuando la prensa empresarial, súbdita irredenta de aquellos intereses imperiales, casi no le haya dado espacio.
- Citando a Ana Esther Ceceña y Carlos Motto, Zibechi expresa: “Realizar maniobras en Paraguay responde al objetivo de Washington para posicionarse en una región de doble importancia estratégica: grandes recursos naturales como el Acuífero Guaraní y una zona como la Triple Frontera, donde confluyen los intereses y la cooperación de los dos países más importantes de Sudamérica: Argentina y Brasil”. Si el control de los recursos naturales es visualizado por las elites de Estados Unidos como una ventaja comparativa en su competencia interestatal (en particular con los países emergentes) para mantener su hegemonía global, para disciplinar la región busca introducir “una cuña para desactivar cualquier proyecto entre Argentina y Brasil que prescinda de la mediación de Estados Unidos”. ↑