Diario La Nación, 25 de agosto de 2004.
La crisis es del gabinete, los campesinos vienen viviendo en crisis desde hace ya muchos años. Lo primero que debiera atender el gabinete de crisis es cómo superar internamente (dentro del propio gobierno) la disyuntiva política que las fuerzas sociales plantean: un gobierno para los que necesitan, o un gobierno para los ricos, los terratenientes, los sojeros, las transnacionales.
Históricamente, la lucha por la tierra en el Paraguay tuvo dos actores confrontados: la oligarquía terrateniente y la agricultura campesina. Desde la década de los años setenta, se ha agregado un nuevo actor que compite por tierra cada vez más escasa en un mercado inmobiliario (formal e informal) ya totalmente privatizado: la agricultura empresarial, productora principalmente de soja, y de soja transgénica a partir del año 2000.
Los terratenientes pelean por mantener sus privilegios, los “caballeros de la Monsanto” por ampliar su área de siembra, los campesinos por sobrevivir como sociedad y como economía. De los tres actores, los últimos son los excluidos, pero han decidido ponerse de pie. Al parecer, a los otros dos actores y al gobierno esto les parece improcedente:
¿desde cuándo los pobres reclaman? Violan la constitución, las leyes, la propiedad privada, son delincuentes, se los tolera. No, para ellos —los ricos— esto no puede ser.
Hace 13 años (por falta de un censo agropecuario reciente) la cosa estaba así:
Sistema de Producción | Cantidad de Establecimientos | Superficie | ||
---|---|---|---|---|
Nº | % | Nº | % | |
Campesina
Unidad de producción menor de 20 has |
247.617 | 80,6 | 1.468.768 | 6,2 |
Mediano empresariado (soja)
Farmers con tractor propio o ajeno 50-200 has. |
4.370 | 1,4 | 395.061 | 1,7 |
.Gran empresariado (soja) Gran empresa agrícola mayor de 500 has. | 354 | 0,1 | 1.440.181 | 6.0 |
Latifundio ganadero
Grandes Explotaciones > de 500 has |
4.627 | 1,5 | 18.808.256 | 79,0 |
Fuente: MAG – censo agropecuario 1991
Efectivamente, lo que el Frente Nacional por la Defensa de la Vida y la Soberanía (y aparentemente también la FNC desde la próxima semana) está reclamando, no es solo tierra. Es un cambio de modelo. A la corta o a la larga el gobierno tiene que tomar conciencia que no puede seguir pichuleando, ya que lo que se le está planteando es que se defina. Examinemos brevemente algunas de las demandas.
Primero, descriminalizar la lucha social y campesina; liberar a los campesinos apresados por una justicia clasista; suspender procesos judiciales que afectan a casi un millar de campesinos; no efectuar nuevos desalojos.
Segundo, no solo repartir tierra y parar ya esa historia de las privatizaciones, sino encarar una reforma popular del Estado, una reforma agraria en serio, encarar la reactivación productiva y económica del país, el respeto al derecho de los trabajadores, el no uso de semillas transgénicas y de agrotóxicos prohibidos, defender los recursos, naturales, reformar la banca pública a favor de los productores, aplicar tarifa social a servicios básicos y otras.
Como se ve, las demandas campesinas y de los trabajadores del Frente apuntan al meollo del modelo neoliberal. Este modelo considera “invasores” a los que ocupan tierra para trabajarla, reverencian la “propiedad privada” más allá de la función social que debe cumplir. El neoliberalismo busca privatizar todos los bienes públicos, para lo cual propugna una reforma del Estado “made in Washington”, aplica solo medidas monetarias y no económico-productivas, pretende expoliar nuestros recursos naturales, busca eliminar la banca pública de fomento, protege a sus transnacionales (como la Monsanto), busca dejar librada a las “fuerzas del mercado” las tierras. Y podríamos seguir…
La cosa no está fácil para el gobierno. O atiende las demandas que buscan cambiar el modelo, lo que implica salirse del neoliberalismo abyecto, o tendrá que terminar reprimiendo.