Estos planteamientos, ¿son de derecha o de izquierda?

 

Publicado en la Revista Acción, N.º 303, abril 2010 – Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch (CEPAG).
Supongamos que tenemos enfrente un reloj; en el que donde sería las nueve menos cuarto está la extrema izquierda, y en lo que sería las tres y cuarto la extrema derecha. Hay ciertas ideas que uno no logra ubicarlas con precisión en este tablero. Supongamos que una idea está en las nueve menos diez, ¿de qué es, de derecha o de izquierda? Para los que están parados en la nueve menos cuarto es de derecha, para los que están en las tres y diez es de izquierda. Abajo aparecen algunas de ellas. Usted dirá si le parecen de izquierda o de derecha, pero tenga presente que esa ubicación que usted le otorgue delatará también su posición, aunque no sabría decirle si es su posición ideológica o cronológica.

La Reforma Agraria

Tanto los países capitalistas avanzados como los socialistas hicieron en su momento importantes reformas agrarias en sus países.

La idea era superar las viejas relaciones sociales y productivas en el campo que venían de la época feudal, estas se basaban en la propiedad de grandes extensiones de tierra, baja utilización de mano de obra o su sobre explotación, el poder político y económico y el prestigio social derivaban de esa propiedad. La modernización de esas sociedades puso límites al tamaño, otorgó beneficios a los pequeños y medianos productores, intervino en el mercado de productos agropecuarios, mejoró la infraestructura de las comunidades y poblados, diversificó el mercado laboral rural y otras medidas. Esto permitió que esa parte de la población del país se integrara al resto de la sociedad, dio autosuficiencia alimentaria al país, se logró una importante distribución del ingreso. En suma, el país se desarrolló. Cuando se invoca la necesidad de hacer en nuestro país la reforma agraria, ¿se está defendiendo una plataforma de izquierda o son los de la derecha los que la debieran buscar? Estos planteamientos, ¿son de derecha o de izquierda?

La reforma Tributaria

Lograr que los que ganan más paguen más es un principio elemental de la economía de los países desarrollados. El uso de tarifas y aranceles para el comercio exterior es casi tan antiguo como el capitalismo mismo. El impuesto a las propiedades mayores es un principio republicano. Estos componentes de una política tributaria o fiscal son los que la convierten en progresiva (más impuestos para los que tienen más). En el Paraguay ocurre lo contrario, la mayor fuente de recaudación del fisco no es el de la renta personal, o el de la renta empresarial, o el del Imagro, sino el IVA, un impuesto que todos pagan por igual, sea rico o pobre. Se trata de una estructura tributaria regresiva[1]. Los mayores ingresos devenidos para el Estado mediante una reforma tributaria pueden ser aplicados a políticas sociales universales que benefician a los más desprotegidos. Mejorar esa estructura tributaria, ¿es una medida de izquierda o más bien nos acerca a cómo funcionan los países capitalistas modernos?

El control gubernamental de la política monetaria

Desde hace unas décadas a esta parte se puso de moda (o sea, cierta ideología propuso a los países menos desarrollados) que los bancos centrales de nuestros países debían ser independientes del gobierno. Si se tiene en cuenta que la política monetaria es una política económica que usa la cantidad de dinero como variable de control para asegurar y mantener la estabilidad económica y que para ello, las autoridades monetarias usan mecanismos como la variación del tipo de interés, y participan en el mercado de dinero, se puede deducir que sería muy difícil lograr estabilidad económica si el gobierno (el ministerio de Hacienda o de Economía) va, por un lado, y el Banco Central por otro. Nótese que la política monetaria tiene como objetivos: a) dar estabilidad al valor del dinero; b) lograr la plena ocupación o pleno empleo (mayor nivel de empleo posible) y, c) evitar desequilibrios permanentes en la balanza de pagos. Sería utópico pensar que la Reserva Federal (banco central norteamericano) opere por su cuenta independientemente de por dónde vaya la Casa Blanca (gobierno norteamericano), pero eso nos imponen a nosotros. El resultado es que la estabilidad económica queda así en manos de otros, no del gobierno. Esos “otros”, los directivos de los bancos centrales suelen responder a las directrices de los organismos financieros multilaterales. En consecuencia, la estabilidad económica de un país pasa a depender de esos organismos.

¿El control de la política monetaria por parte del gobierno es una medida defendida por la derecha (EE. UU., Europa, etc. lo hacen) o por la izquierda (eso también ocurre en China, Cuba, etc.)?

La gratitud de ciertos servicios universales básicos

En buena parte de los países capitalistas la educación es obligatoria y gratuita en todos sus niveles, lo mismo ocurre con la salud (el presidente B. Obama acaba de lograr la aprobación de una ley que reforma el sistema sanitario norteamericano que universaliza la prestación gratuita de esos servicios). En muchos países también la vivienda está subvencionada, o el transporte, la jubilación, en fin, los servicios sociales básicos. ¿Cuándo en el Paraguay se aboga por la gratuidad y universalización de estos servicios se está adoptando una posición de izquierda o de derecha?

La soberanía de un país sobre recursos estratégicos

Recursos estratégicos son los que posibilitan los procesos productivos claves para garantizar cierta hegemonía a nivel nacional. En el Paraguay se ha venido enajenando muchos de los recursos estratégicos (la biodiversidad, el agua, la prospección petrolífera, los bosques, la prospección mineral, incluso el territorio). Normalmente, estos proyectos se venden como proyectos de desarrollo que crearán empleo y derrame económico, cuando, en los hechos, no crean derrame económico y generan muy pocos empleos[2]. ¿Esta conducta de vender al extranjero los recursos naturales estratégicos del país, es un comportamiento político de la derecha o de la izquierda?

La utilización de recursos propios para el desarrollo nacional

En nuestro país producimos electricidad y compramos petróleo (para el transporte, la cocción, etc.), producimos alimentos, pero los compramos (o lo contrabandeamos) de fuera y en vez de exportar comida, exportamos forraje, tenemos abundancia de agua pero es uno de los países del continente con menor cobertura de agua potable para su población o para riego agrícola, tenemos excelentes recursos humanos pero los exportamos por sobrantes (vía emigración calificada), tenemos muy buenos artistas, música, etc. pero compramos enlatados culturales del extranjero, tenemos excelentes docentes y educadores pero se adoptan “reformas educativas” que vienen de fuera. ¿Podremos salir adelante así? Cuando uno defiende la posición de usar primero lo nuestro y en todo caso, si nos falta traerlo de fuera, ¿está adoptando una posición de izquierda o acaso la derecha no ha hecho y sigue haciendo esto en la mayoría de los países capitalistas desarrollados?

La defensa y ampliación del mercado interno

Es la cantidad de bienes y servicios que se producen y comercializan dentro de un país. Cuantos más productores y más consumidores existan, más dinámico es ese mercado interno. Más dinámico quiere decir que habrá más productores con ganancias aceptables y más consumidores con costos de abastecimiento accesibles.

En el Paraguay la mayoría de lo que se produce y se comercializa va al mercado externo o al comercio internacional, con lo cual lo que queda dentro del país es poco; los productores (industriales, productores agrícolas, artesanos, etc.) tienen tremendas dificultades para sobrevivir (excepto los sojeros, ganaderos y frigoríficos) y los consumidores (casi 40 % de ellos según el actual índice de pobreza) viven agobiados por la estrechez y la necesidad. Se pregunta uno, ¿apoyar mediante políticas redistributivas la ampliación del mercado interno, sería una política de la derecha o de la izquierda?

La erradicación del hambre y la desnutrición

Se suele decir que un país con gente hambrienta y mayormente enferma es un país que tendrá poca o ninguna competitividad. La mayoría de los países capitalistas y socialistas que lograron un cierto desarrollo pusieron como prioridad la soberanía alimentaria y la seguridad de su población en materia de alimentos. EE. UU. subsidia su agricultura, el Programa Agrícola Comunitario (PAC) de la Unión Europea hace lo mismo, al igual que Japón con el arroz y así varios otros. Dejar de producir (o de estimular la producción de) alimentos, ¿es una medida que nos hace más “competitivos” o más vulnerables? Propugnar como política nacional la seguridad alimentaria ¿es cosa de izquierdistas o le interesa más bien a la derecha?

Quedan un montón de ideas más que aumentarían nuestra confusión ideológica; el saber si somos de derecha o de izquierda.

Lo que parece estar medianamente claro es que hay ideas que son buenas y otras que son malas. ¿Para quién se preguntará usted?

Bueno, para nadie en particular y para todos en general, o sea para el país. ¿Esas ideas buenas para el país, tienden a estar más bien hacia las nueve menos cuarto o hacia las tres y cuarto?

  1. Para un pobre pagar el mismo IVA sobre el gasoil que un rico, representa un porcentaje mucho más alto de sus ingresos que el que representa para una persona acaudalada.
  2. Esto está descrito por el investigador mexicano Gian Carlo Delgado, que advierte concretamente sobre los proyectos mineros. En busca de la “seguridad ecológica”, www.pagina12.com.ar, 22-03-10. Agrega este autor: “Cuando la gente ve que les destruyeron la tierra y se ven despojados y reacciona, se empieza a generar una serie de mecanismos legales, de desprestigio social y de criminalización de los movimientos, por parte de la empresa y de otros actores involucrados en el negocio que implica la minería. Durante la década del noventa, casi al mismo tiempo, en todos los países de América latina se formularon leyes de minería, según las cuales el capital internacional que realiza inversión extranjera directa (IED) puede operar en esos países más fácilmente. Se les da tratamiento de capital nacional, certeza jurídica, la garantía de sacar las ganancias y todo lo que implica la política neoliberal en términos de inversión extranjera directa”.