La crisis alimentaria en Paraguay, agronegocios, tierra y escasez

Foro por la Soberanía Alimentaria y el Derecho a la Alimentación, 28 y 29 de noviembre de 2011 Asunción: Vía Campesina, BASE-IS

Quiero hacer unas reflexiones que no solemos hacer en el problema alimentario. Resulta que los intelectuales, los que estudiamos algo y tenemos la obligación de instalar temas en la sociedad, fuimos criados bajo un sistema dominante, la filosofía escolástica. La cuestión era ubicar los hechos sociales en el espacio y el tiempo: la dimensión espacio-temporal en la filosofía tomista. Por otro lado, también, fuimos criados en la formación marxista, a través del materialismo histórico o dialéctico. Esas son las dos vertientes que dejan ver cómo funciona nuestra cabeza.

Resulta que ahora, un gran maestro de las ciencias sociales, a quien agradezco, don Pablo González Casanova, de 90 años, está produciendo una serie de artículos sobre cómo funcionan los sistemas complejos. Me puse a leer sus artículos y resulta muy interesante lo siguiente: aparte de la historia y la simultaneidad de los fenómenos a nivel mundial, tenemos que entender los sistemas complejos. No podemos hablar solo del capitalismo, sino de varios sistemas complejos.

Nosotros analizamos la evolución del sistema alimentario. Richard Doughman tiene un excelente trabajo sobre cómo evolucionaron los sistemas alimentarios, el complejo del sistema industrial y el impacto de la colonización. Esa es la parte histórica y evolutiva. Estamos acostumbrados a escuchar acerca de la deslocalización de la alimentación por parte del agronegocio y teniendo en cuenta eso me pregunto ¿cuántos kilómetros tiene que viajar la uva chilena para llegar al consumidor holandés?

Pero volvamos a lo que Pablo González Casanova llama sistemas complejos, por ejemplo, un sistema complejo es el sistema de las multinacionales y la producción de insumos químicos para la agricultura. Dentro de este sistema hay permanentes interacciones, conflictos, etc. Si juntamos provisión de insumos para la agricultura con el sistema financiero veremos que estos interactúan generando conflictos.

Ahora bien, ¿Cuál es el conflicto principal del capitalismo mundial y en Paraguay? Teniendo en cuenta que somos apenas un apéndice del sistema mundial. Básicamente, a nivel mundial, el capitalismo está en crisis, ya que el capitalismo industrial vio reducirse su tasa de ganancia. ¿Qué significa esto? Significa que ya no se gana como antes. ¿Qué se produce entonces? El capitalismo industrial avanzó produciendo productos de buena calidad a bajo precio. Esto llega al mercado, pero resulta que el mercado no tiene capacidad de consumir tanta producción. Esto se conoce como crisis de consumo. Cuando se instala este conflicto, aparece toda la complicada arquitectura del sistema financiero, como surgió hace dos o tres años con la crisis del 2008, con una actividad absolutamente improductiva, que es la especulación financiera. Retomando entonces, los sistemas complejos, podemos decir que estos tienen problemas internos y otros que interactúan y generan más problemas Un sistema complejo, como es el alimentario, para entenderlo, es necesario primero conocer las interacciones con otros sistemas igualmente complejos, en la lógica del capital. No podemos entender lo que está pasando con la alimentación si no comprendemos que la alimentación es parte de un conjunto que abarca prácticamente todo el sistema complejo del mundo.

Una cita de Pablo Casanova dice que el sistema dominado por el capital, con su disminución de riesgos, incremento de las utilidades para las corporaciones multinacionales, tanto en la economía y en la guerra; enfrenta conflictos. En este sistema dominado por el capital, las relaciones de interacción, de ocupación de territorios, depredación ambiental, parasitismo, corrupción de funcionarios, persuasión virtual —la guerra de comunicaciones— produce terror colectivo, porque sobrevolar una plantación de soja con una comunidad campesina al lado, con agroquímicos, genera terror. Y elimina la resistencia, ¿cuántos campesinos imputados, desalojados hay? Elimina también las formaciones defensivas, como Vía Campesina, ante el avance del capitalismo en la producción de alimentos.

Entonces, la realidad histórica que vivimos es mucho más compleja de lo que analizamos algunos y ni siquiera la imaginamos. Esto no lo digo yo, sino don Pablo González, probablemente el maestro de las Ciencias Sociales en América Latina, a quien traigo a colación para entender el sistema alimentario.

De este modo, tenemos militares, políticos, mediáticos, defendiendo la lógica del capital que se aplica a los alimentos. No podemos entender lo que pasa con los sistemas alimentarios, el del agronegocio, la agricultura campesina, de los pueblos pescadores, silvícolas, etc., si no entendemos que uno aparece como hegemónico. No podemos entender esto si no sabemos qué pasa con las corporaciones financieras, que hacen que el precio de los alimentos continúe subiendo, o cuando no sabemos qué pasa con las industrias, las farmacéuticas, por ejemplo: manejo el dato de que los que están hambrientos en el mundo, son mil cien millones de personas, y hay mil trescientos millones de personas con enfermedades derivadas de la ingesta de comida basura: obesidad, diabetes, colesterol, etc. Algunos que no comen y otros que comen porquerías. La mitad de la población del mundo está con problemas alimentarios. ¿Quiénes salen ganando? Las corporaciones de seguro, prepago, las corporaciones médicas, las farmacéuticas. Se necesitan pueblos enfermos y para ello, nada mejor que la comida chatarra.

No podemos entender esto sin entender el sistema complejo de provisión de insumos, combustible, tractores, semillas, Organismos Genéticamente Modificados (OGM), petróleo, sobre todo, el sistema complejísimo de las corporaciones dedicadas al procesamiento de alimentos. Haciendo un paréntesis, reflexiono sobre la Coca Cola, que oxida tuercas y la gente sigue tomándola, por ignorancia, por gusto, por costumbre ¡Sigamos envenenándonos!

Entonces, no podemos entender que son las grandes corporaciones quienes salen ganando, sin entender el sistema complejo militar-industrial, les doy un ejemplo: la invasión a Libia, la masacre a este pueblo, y la muerte de Gadafi, ¿se entiende solo por el petróleo libio? No, sino porque allí se tiene uno de los acuíferos más importantes del mundo; el gobierno de Gadafi lo estaba protegiendo. El agua es alimento, y Libia está cerca de Europa. ¿Por qué será que Sarkozy así como Mussolini, en su momento, estaba tan interesado en la destrucción del régimen político Libio? La respuesta puede empezar a formularse si pensamos que con el agua de Libia, el metro cúbico saldrá 50 centavos de euro, más barato.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tuvo que utilizar un armamento sofisticado para destruir este régimen, y para ello la tecnología bélica está al servicio de las industrias que las producen. Así también se pretende destruir Irán por su gran reserva de petróleo.

Sin entender el sistema complejo político, no podemos entender que en Paraguay falten alimentos. Hasta 1990 fue el tercer país de mayor ingesta calórica por habitante, y en 20 años estamos entre los que menos comemos. Casualmente, en esos 20 años y un poco más llegó la democracia. Hoy en día, la corporación política está supeditada a los designios complejos del sistema complejo alimentario. Por ello, hay un bombardeo mediático en los diarios, alegando que la biotecnología es la salvación del mundo, que los OGM son innocuos, etc., que termina convenciendo a la gente.

Por otro lado, para entender lo que es un sistema complejo, imagínense la relación que puede haber entre el sistema alimentario y el sistema climático. El clima está cambiando. En estos días comienza una cumbre en Sudáfrica para saber qué pasó después de la Cumbre de Río de 1992. La situación climática es peor que la vaticinada por los mejores científicos del mundo, y la capacidad de producir alimentos está relacionada con el clima. Ahora está lloviendo más espaciado pero más torrencialmente. Los campesinos saben que una lluvia tan abundante destroza los cultivos. Existe, entonces, una relación entre el sistema alimentario y el clima.

Cada uno de estos sistemas complejos se superpone y compiten entre sí. El sistema alimentario, el militar, el climático, etc. Esto tiene implicaciones enormes para una organización como Vía Campesina o la CONAMURI que no se enfrentan con particulares políticos criollos, Lugo, Filizzola o Alegre, no. Detrás de todos ellos está el sistema complejo relacionado con los alimentos. Esto se definió en el Documento de Santa Fe en 1979, el alimento se definió como un arma de control político, en el régimen de Ronald Reagan. Hablamos de comida, probablemente el bien social más importante que existe en el mundo. El mundo puede existir sin automóviles, pero no sin comida. Ya a finales de la década de los 70 el alimento fue definido como un arma de control político.

Concluyo esta parte con una idea. ¿Cómo solucionar este problema social? Sería imposible solucionar este problema sin entender la lógica o la acumulación capitalista. Esto es terrorífico, tenemos que cambiar la lógica del funcionamiento del capital. Haciendo uso de un artículo que reciente que leí puedo decir que el manejo de la alimentación por el capital es como el de un arma silenciosa para una guerra tranquila. Arma silenciosa porque no se trata de una bomba, vos te vas a casa, te servís una Coca Cola, abrís una lata de tomate y la echás sobre el fideo o comés la lechuga fumigada antes de ser cosechada. Y dice Vandana Shiva, comerse un plato de comida es como jugar ruleta rusa, no sabés lo que tiene. La guerra tranquila es una en la que nadie se da cuenta de que está en guerra. Produce hambruna, enfermos, epidemias. Dejo instalado el concepto.

Hay otros autores también que dice que siguiendo la lógica del sistema capitalista, en los años 2030, o 2035, la población del planeta deberá reducirse en al menos 3 000 millones de personas, porque la producción, los recursos, etc. ya no serán suficientes. Yo me pregunto, ¿Cómo reducir la población del planeta? Con hambruna, epidemia, nuevos virus que se están experimentando, como el e’coli, la salmonela, que se dan en el primer mundo, el VIH Sida por ejemplo, fue un engendro de laboratorio para disminuir la población en el mundo.

Situándonos en el Paraguay, la guerra a muerte del capital contra la población rural, sobre todo, tiene varios frentes compitiendo entre sí y que afectan directamente la producción y consumo de alimentos.

La competencia por la tierra, la soja, la carne y el azúcar son sistemas expulsores de productores de alimentos. Según los datos de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos de Paraguay (DGEEC), no menos de 90 000 pobladores rurales, en general, dejan el campo y se van a las ciudades. Ya el Censo 1992 notó una curiosidad demográfica, que el distrito paraguayo que más rápido creció, fue Curuguaty; creció más rápido que ciudades de Gran Asunción, como San Lorenzo. Con Fogel estuvimos hablando y él dijo que se está echando a los campesinos con fumigaciones masivas y su primera parada es Curuguaty. De este modo también, cada día aumenta el número de campesinos sin tierra. Esta guerra de la producción de alimentos se nota en el caso de la tierra, se expresa en desalojos, imputaciones a líderes campesinos (más de 2000), apresamientos, asesinatos, con una legislación cada vez más represiva. Esto es el frente de la tierra.

El segundo frente es el de las empresas proveedoras de insumos, que ejercen un control completo sobre las políticas públicas sectoriales de la agricultura. Cuando Andrés Werhle, viceministro de Agricultura, viajó a Alemania, el Titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Enzo Cardozo, sin consultar con su viceministro, hizo aprobar la reglamentación sobre agroquímicos. Tampoco hubo consulta con el SENAVE. Con esto quiero mostrar cuán obediente es Enzo Cardozo ante las empresas como Monsanto y Syngenta.

Estas empresas se expanden también, a lo financiero, las petroleras mantienen el sistema de importación de carburantes, se sigue importando petróleo. Las importaciones de maquinaria y las obras de infraestructura son en su 90 % para integrarse al IIRSA.

Marcos Glausser descubrió que 20 % del territorio paraguayo está controlado por empresas o individuos extranjeros. Todo esto que tiene que ver con la tierra, el consumo, la agroexportación, Cargill, Syngenta, Bunge, imponen sus obras. Cargill contamina el agua de Asunción. Ellas determinan qué y cuándo exportar. La soja, la carne, el azúcar, el sésamo, una concentración impresionante.

El procesamiento de alimentos importados, por parte de empresas como Unilever, Arisco, Kellogs, todos producidos en el primer mundo e importados. La instalación de empresas procesadoras de alimentos, nueva inversión de producciones en cadena. En un diario salió el caso de Burger King, que instaló su primer local sobre Calle Palma. Ahora ese mismo diario publicó ¡con orgullo!, que se instalará en Paraguay una franquicia de Kentucky Fried Chickens.

¿En Paraguay hay salida o no? Yo creo que no vamos a hacer nada solos. Estamos hablando de la necesidad de un cambio de época que va a significar alguna modificación en el sistema complejo capitalista, que no lo vamos a cambiar desde Paraguay, sino que tiene que ver con la internacionalización de las luchas de las organizaciones sociales. Si solos, los campesinos creemos que vamos a hacer la revolución, estamos equivocados; hará falta la coalición de fuerzas sociales que diga basta. Repetiré la vieja máxima: información, organización y movilización. Esa sería la fórmula, para no quedarnos de brazos cruzados, hay que liderar una articulación con los demás movimientos anticapitalistas a nivel mundial.