Compartir:

Paraguay puede convertirse en Narco-República si la sociedad paraguaya no toma en serio el peligro de retroceso en el 2013

Entrevista concedida a la Radio TV Nuevo Paraguay.

Palau seguirá marcando presencia con su pensamiento crítico, profundo y revolucionario, pese a la desaparición física que se da con su muerte.

Advierte con su crítica sobre el grave peligro que se cierne sobre el presente y futuro político del Paraguay. Señaló: “Hay dos grandes riesgos en Paraguay, ser una Narco-República o del Ultra Liberalismo”. Opina que si la sociedad paraguaya no se une, organiza y moviliza, el Paraguay puede terminar en manos del peor de los males, la Narco-República y el neoliberalismo en el 2013. Advirtió sobre el plan autoritario que persiste en una minoría con riquezas malhabidas de nuestra sociedad, dijo: “El problema de tierras en Ñacunday busca satanizar al campesinado y los medios conservadores son solo voces de la oligarquía en Paraguay”.

Palau analizó que: “La situación está muy empantanada; realmente estamos viendo una pugna entre un proyecto como lo es el luguismo, que tuvo mucho empuje en sus comienzos y después de trastabillar durante estos años, ahora está tratando de recuperar presencia. Así pues, las perspectivas para el 2013 son las de afrontar dos alternativas aparte del luguismo: convertirnos en una Narco República, por un lado, o caer en un Ultra liberalismo en que podría convertirse esta fusión que está pidiendo Rafael Filizzola con los liberales”.

Se busca satanizar el problema de tierras en Ñacunday

En una visita por su oficina, el sociólogo Tomás Palau nos comentó sobre su visión acerca de temas relacionados con el problema de tierra en Ñacunday que busca “generalizar y satanizar” la Reforma Agraria, el comportamiento de los Medios de Comunicación sobre el derecho a la tierra de los campesinos y la Situación Política y Social del Paraguay. En cuanto al comportamiento de los medios, con relación a la problemática de la tierra, el sociólogo planteó que “es realmente patético; se supone que el periodismo tiene que ser una labor mínimamente independiente; pero lo que vemos en los medios masivos, es una total sujeción a los intereses de esta oligarquía y de las multinacionales. El pueblo no tiene voz; y ojalá un canal alternativo como el de Tekojoja se sume a esta ingente tarea para denunciar esta sujeción de los medios de prensa empresariales.

Reforma Agraria: Oligarquía no permite avances

El sociólogo Palau dijo: “Es poco o mucho lo que se puede decir de Reforma Agraria; poco en el sentido de lo avanzado, prácticamente la oligarquía nativa no ha dejado resquicios para que se pueda avanzar tanto desde el punto de vista administrativo, como del Legislativo y Judicial. Han sido puras obstrucciones a un proceso de otorgamiento de tierras a más de 200 000 familias campesinas existentes, y de asistencia casi a mil asentamientos repartidos en todas las zonas, ya que la Reforma Agraria tiene un componente tierra y de infraestructura productiva y comunitaria, y un componente de servicios productivos, que han sido otorgados a cuentagotas. En materia de infraestructura es poco también lo avanzado, algo en agua potable, en escuelas, en salud, pero en cuestiones de tierra, nada.

Denunció el bloqueo político al gobierno y le cuestiona a Lugo que le falta más agresividad y profundidad para dar solución al problema del campo, porque los intereses económicos del país y los grandes grupos hegemónicos controlan la renta agropecuaria; estamos hablando de soja, ganadería, de exportaciones, y un conglomerado de grandes propietarios y multinacionales que controlan este negocio. Entonces, en ese terreno, el bloqueo político que ha tenido el gobierno de Lugo ha sido impresionante; pero me atrevería a decir que ha habido poca agresividad de parte del gobierno para satisfacer esta enorme demanda social que es la demanda de tierra”, afirmó.

Tomás Palau refirió: “Este conflicto que estamos presenciando en Ñacunday es un conflicto más de los probables muchos conflictos que estarán viniendo en el país por la irregularidad total de la tierra en él; la salida a un problema tan grave como este, también tiene que ser drástica, lograr un re-empadronamiento completo de la propiedad rural en el Paraguay. Mientras tanto, el INDERT haría mucho si pudiese regularizar la tenencia de la tierra de los asentamientos ya asignados, ver con la Procuraduría General de la República si pueden identificar y actuar de manera judicial y administrativamente con las tierras que fueron adjudicadas en su momento.

Con la muerte de Palau, se pierde una de las mentes más brillantes de este tiempo carente de ideas y de compromiso.